Google+

Madera de pino

1

diciembre 24, 2013 por laquehasliado

Hace unos 2040 años aproximadamente, hubo un hombre en Galilea llamado José. José era un carpintero que vivía con cierta tranquilidad de su trabajo. Los impuestos no eran muchos al año y se podía vivir honradamente. Entre broncas de independentistas hebreos contra tropas romanas de ocupación, la vida discurría con total normalidad. Fabricar sillas, mesas, alguna obra para algún templo y las pequeñas celebraciones de una vida, colmaban la vida de José. Podemos imaginarle cuando caía en sus manos alguna madera noble. Cedro del Líbano, pino romano, sauce de Babilonia con sus características betas. Hasta que un buen día la aparición de un ángel, le cambio la vida y le llevo por otros derroteros.

Han pasado más de dos mil años de esta estampa y como no podía ser de otra manera, las cosas han cambiado. La pureza y la calidad siguen siendo inertes con el paso del tiempo. La madera de Líbano sigue siendo magnífica, las sillas de artesanos siguen siendo bellas y las celebraciones de nuestras fiestas y días señalados siguen siendo encomiables.

Por lo tanto ¿qué es lo que ha cambiado? Pues sinceramente y tomando palabras bíblicas, lo que ha cambiado no ha sido nada más que la gran ramera. Por la gran ramera me refiero al sistema de leyes y casi económico romano. Una vez desaparecido los hombres  que crearon la forma de vivir occidental, otros Nerones han ocupado sus filas. Ya no son tribunos, ni prelados, ni cónsules, sino señores del PP, PSOE, IU, CIU y suma y sigue.

Han triplicado cuanto menos, los impuestos romanos pero con el agravante, que ya no se construyen carreteras, ni puentes, ni regadíos. El noble José, hubiera trabajado como nosotros, casi dos semanas al mes para el gobierno. Esas casi dos semanas de cada mes, son las que necesitamos para pagar nuestra seguridad social, impuestos y servicios mínimos para vivir. Ni si quiera Pilatos hubiera soñado con mejor acción para evitar que nacieran niños. Nada como bajar sueldos y colmarnos de impuestos, para que la clase media no pueda aumentar familias.

Visto lo visto es mejor comprar madera de pino y enterrar nuestras ideas de negocio y nuestras ganas de progresar. Uno ya sólo sueña con tener un niño Dios, tipo Zidane, ser un buen Cristiano Ronaldo o un Fernando Alonso. El mesías de ahora es un tal Messi y los reyes magos Trabajo, Lotería y Oposición.

 rezando

No sé lo que hubiera hecho en nuestros días San José, si opositar para el ayuntamiento o fabricar un patíbulo resistente, pero sí sé una cosa. Jamás nadie ni nada le hubiera arrancando la sonrisa ni sus ganas de trabajar. Así, que si tenemos que huir una de estas noches a Belén, Irlanda o Alemania lo haremos, porque preservar nuestra razón de vivir y nuestros sueños son las velas que nos empujan. Sigamos rezando porque todo cambie, o cojamos un martillo y unos clavos para construir nuestra vida. Nuestra propia estrella nos guía, y se ¡¡mueve!!

Emigrantes

Aunque tengamos que abandonar Belén, no permitamos que nadie nos bloquee nuestro futuro.

@by  Rubén García Codosero

Un pensamiento en “Madera de pino

  1. iribspanish dice:

    Reblogueó esto en Radio Spanish IRIBy comentado:
    Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de Radio Spanish IRIB.

Deja un comentario